HISTORIA LOCAL


La Pastora es una de las parroquias más antiguas de Caracas, que conserva una muestra importante de su aspecto físico de hace mas de cien años y en algunos caso hasta trecientos años. Su historia es rica en episodios de mucho interés anecdótico que llama a todos, jóvenes y viejos, a conocer y deleitarse en sus pasajes y cuentos.

Siendo la Identidad Cultural eje fundamental para la conciencia patria y una columna estratégica de la Soberanía Nacional, este Blog pretende servir de aporte sistematizador de todo lo que se encuentra disperso en escritos y en la memoria de nuestros habitantes, hasta donde sea posible.

Esta página abre espacio para la parte histórica de la parroquia, será seguramente la que mas cosas tenga que decir. Espero que sea de utilidad todo lo mostrado en este sitio para sus habitantes y para el resto del país que desee consultar sobre esta zona geográfica que conserva una parte significativa de la memoria de la ciudad capital.

José Ferraz

LA PASTORA DE AYER Y HOY


Como se ha dicho repetidas veces, con el impulso urbanístico sin precedentes que rompió los viejos moldes coloniales, y aun todo el ensanche que sobrevino al pasar los años, Caracas cambió por fuerza su fisonomía, Otra ciudad enteramente distinta -hasta en la manera de ser de sus gentes- fue surgiendo al pie del Avila, cuyas tenaces nieblas ya no flotam sobre los techos rojos del pasado, sino sobre una compacta selva de rascacielos.

Sin embargo todavía el casco originario ofrece la curiosidad y el gusto del visitante, sectores en los cuales se advierte el aire de otras épocas. El gran barrio o parroquia La Pastora, por ejemplo, es uno de esos islotes de tradición. Quien vaya por allí dispuesto a buscar un paisaje no comprometido con las violentas innovaciones que en materia de arquitectura caracterizan hoy a la capital venezolana, lo hallará sin dificultades. Porque La Pastora (170.000 habitantes) abunda en casa altas y bajas con alero y ático, ventanales de hierro, portones de recia madera y llamadores métalicos algunos de ellos; calles y cajellones sobre cuyas tapias asómase a trechos las trinitarias; puentes que recuerdan dias ya muy distantes. En ciertos lugares las irregularidades de las rúas, sus recovecos y estrecheces componen sin duda una auténtica estampa de aldea antañona. El ambiente qye envuelve a la barriada es el mismo que respiraron y gozaron generaciones más afortunadas desde el punto de vista del disfrute de la Naturaleza.

Este paisaje que, obviamente, ha hecho algunas concesiones al cosmopolitismo (en vez de bodegas hay pequeños abastos de portugueses), es un paisaje turístico. Y precisamente porque lo es, el Gobernador Luciano Valero puso el ejecútese a una Ordenanza que establece una área de conservación en la parroquia de La Pastora. Preservada en lo posible dentro del deterioro lógico del tiempo y el mal uso de algunos espacios. La medida acordada significa el respeto a una zona con tradición histórica, sana ecología, unidad arquitectónica, unidad familiar mediante la convivencia de varias generaciones en los hogares pastoreños, y monumentos históricos como el Puente Carlos II, El Museo Arturo Michelena y el busto del procer José Félix Ribas. En consecuencia opinan los representantes del sector, La Pastora debe ser convertida en un Centro Piloto de Turismo, "orientado no solo desde el ángulo pragmático sino esencialmente como instrumento idóneo y viable para defender y conservar lo tradicional, folklórico y cultural"

En el proyecto del Centro Piloto elaborado por los componentes de la Junta Pro Conservación de la Parroquia hay puntos de incuestionable interés, como son: a) la asimilación al Parque Nacional del Avila (cerca del cual nace La Pastora); de las microcuencas de Catuche y otras quebradas y riachulos, y del llamado Camino de los Españoles; b) Constitución de las Zonas Protectoras, refugio de fauna propias de la parroquia y mantenimiento del equilibrio ecológico. Contempla asi mismo el proyecto de conservación del aire y el agua,. el fomento de los jardines y huertos familiares y la arborización de las calles, entre otras mejoras necesarias para justificar el deseo de los vecinos. En realidad, atendido así, este sector de tan caraqueñisima raigambre, podría ser en próximo futuro, zona de obligatorio paseo para los viajeros que llegan periódicamente a Caracas ávidos del color local, es decir, del color que anima y ennoblece al barrio, como en una olvidada litografia, repítanse evocadoras las visiones avileñas del tiempo de las lámparas de aceite, el chocolate en pastillas y las recuas tuyeras.

ORÍGENES DE LA PASTORA

El nombre de La Pastora tiene su origen en la devoción de la Divina Pastora de las Almas, devoción que comenzó en España y fue introducida en Venezuela por los misioneros capuchinos que llegaron a los llanos venezolanos en 1716. Inicialmente la devoción tuvo por centro la catedral o Santa iglesia Metropolitana, de donde pasó al templo de Santa Rosa Resalía, y luego al convento de las religiosas Carmelitas. Inaugurada una ermita al norte de la ciudad, y consagrada a ese culto, el vecindario allí existente tomó el nombre de La Pastora (principio del siglo XVIII). Un sacerdote caraqueño - el padre José Salvador bello, célebre por sus virtudes, consiguió después de veintisiete años de laboriosa preocupación, convertir el humilde santuario en hermoso templo. El padre bello muere en 1770, cuando un incendio destruye la hospedería próxima a la iglesia, y cuanta la tradición que su cuerpo, respetado por las llamas, fue hallado sin vida en el interior del inmueble.

Otra catástrofe -esta vez el terremoto de 1812- hace que los techos y muros del templo se desplomaran sobre los fieles que asistían a las ceremonias del jueves santo (27 de marzo). Rescatada entre las ruinas la imagen (talla en madera) de la divina Pastora, diligentes trabajadores construyen sin tardanza una precaria capilla de bahareque para guardarla. En 1835 un esclesiástico español, perseguido político, el padre Ángel Martínez, se encarga de la capilla y emprende la reconstrucción del templo. Para 1842 la obra se encuentra bastante adelantada, según lo evidencia un dibujo del alemán Ferdinand Bellerman. En 1878 es capellán de la iglesia pastoreña Fray Olegario de Barcelona, otro perseguido político, español meritorio, amigo de Monagas, de Guzmán Blanco y de Crespo.

Finalmente el presidente Rojas Paul decreta la restauración definitiva del templo, y es un ilustre vecino del barrio -el ingeniero Muñoz Tébar, por entonces Ministro de Obras Públicas- quien dirige los trabajos (1890).

El dinámico Fray Olegario confía la decoración de la iglesia a los pintores Pedro Jáuregui y Nestor Hernández. Pero el cuadro más valioso que hasta unos doce años adornaba el interior del templo -también encargo del religioso- es "El Purgatorio" del venezolano Cristóbal Rojas., una composición de patética belleza, actualmente en la iglesia Metropolitana.

Como se ve, la historia del típico barrio de La Pastora está vinculada a la historia de su hoy magnifica iglesia. Alrededor de la ermita primigenia, en un espacio para entonces casi rural, y frente al gran cerro de tupida vegetación donde se refugiaron los Toromainas al comienzo de la conquista del Valle de San Francisco, fuéronse acomodando los feligreses. Un riachulo asombroso - el Catuche- hoy desaparecido, daba en ese tiempo sus límpidas y saludables aguas al vecindario. De esta misma fuente incontaminada abastecíanse los tinajeros de los mantuanos y de los clérigos, según dice el agente frances Francisco Depone en su documentado "Viaje a la parte oriental de tierra Firme"

RELIQUIA HISTÓRICA

La Pastora, como ya dijimos, muestra aún su sencilla aunque fuerte estructura, el puente Carlos III, muestra y recuerdo de una de las asministraciones más progresistas del ayer colonial: la del Brigadier don Manuel González Torres de Navarra, Caballero de la Orden de Santiago, quien tomó posesión de su cargo de Gobernador y Capitán General de Venezuela el 24 de diciembre de 1782. Dice don Luis Alberto Sucre que cuando el gobierno de González, properaron el comercio, la agricultura, las ciencias y las artes y disfrutó Caracas de una época de fiestas y alegrías. El estudio de las humanidades tomó gran incremento y la música y la literatura eran temas favoritos en las tertulias, paseos campestres y ceremoniosas recepciones.

Por entonces visitaron El Avila el conde de Segur, el duque de Leval, el conde de Dos Puentes y otras distinguidos viajeros que fueron recibidos por la sociedad caraqueña, "como pretenden los cronistas que lo eran los antiguos paladines en los castillos donde llegaban a descansar". Sólo que para los encumbrados personajes extranjeros el descanso fue de continuos bailes, paseos, conciertos y banquetes "animados por muchísimas damas tan notables por la belleza de sus rasgos, la riquesa de sus adornos, la elegancia de sus maneras, sus talentos para la danza y la música, como por la vivacidad de una coquetería que sabía unir la alegría a la decencia". entre esas damas excepcionales aparecian ya las "nueve musas" es decir, las hermanas Aristiguieta.

A González hubo de agradecer la ciudad, el teatro o coliseo que levantó a expensa suyas entre las esquinas de Conde y Carmelitas. Tenía cabida para dos mil espectadores y por las entradas se pagaba un real. En ese tablado se representábanse actos y comedias, dejaban oir su voz los divos y las divas de entonces, actuaban saltimbanquis y por cuaresma se montaban los llamados "jerusalenes", a los cuales no asistía la aristocracia. Durante el periodo que gobernó a Venezuela el brigadier González, recuerda el señor Sucre, tuvo lugar el acontecimineto de mayor trascendencia para la América del siglo XVIII: el 24 de julio de 1783 vino al mundo en Caracas Simón Bolívar y Palacios, el futuro Libertador.

6 comentarios:

  1. Deberian seguir ampliando este tema.

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  2. Hola buen día, estuve leyendo con interés su crónica, pero no aparece el origen de los primeros habitantes de La Pastora. Gracias

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  3. Hol q tal manejaras alguna informaciln sobre el sector boca de desecho. Porq se llama asi y origenes mi correo nextseason2009@hotmail.com

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  4. Falta el milagro de la virgen cuando el terremoto del 1
    1.900 y la bola de fuego.

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